Como diseñador la calidad final de tu diseño gráfico y tu reputación no sólo viene dada por tus conocimientos y capacidad profesional sinó por la calidad de tus clientes y de los proyectos que te encargan. Por eso es importante tener unos criterios claros a la hora de decidir con que tipo de clientes queremos y podemos trabajar y a cuales es mejor decir no desde el primer momento, de manera que ni cliente ni diseñador pierdan tiempo y dinero. No te limites a preguntar a un posible cliente que servicio de diseño gráfico necesita de ti, pregúntale también porqué te conoce y porqué cree que tú puedes ofrecerle ese servicio que el espera.
Preguntas básicas para valorar a un buen cliente
Si entre cliente y diseñador no existe empatía, confianza mutua y entendimiento es difícil realizar un buen trabajo gráfico. Si tienes dudas acerca de aceptar o no el proyecto de un determinado cliente, estas son algunas preguntas que deberías hacerte antes de tomar una decisión:
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¿El cliente conoce y comparte mi filosofía de trabajo?
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¿El cliente me respeta y valora profesionalmente, confía en mi?
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¿Podremos entendernos y disfrutar trabajando juntos?
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¿Ambos saldremos ganando con este proyecto?
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¿El cliente me permitirá desarrollar un diseño gráfico digno y de calidad?
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¿Ambos estaremos satisfechos con el resultado final del trabajo?
Todas son preguntas importantes y seguramente habrá muchas más que no aparecen y también habría que tener en cuenta. Para mi lo más importante es que el resultado final de un proyecto gráfico sea de calidad y satisfactorio para cliente y diseñador, de manera que ambos salgan ganando.
Y tú ¿seleccionas proyectos y clientes para preservar la calidad final de tus trabajos o por el contrario eres de los que piensas que no hay cliente malo y de todos se aprende algo? ¿Opinas que la coyuntura económica no es la ideal para seleccionar clientes o proyectos?
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