En diseño gráfico ganarse el respeto profesional y la confianza de tus clientes es la mejor manera de venderte. Ofrecer un servicio de diseño impecable y dominar tu profesión, demostrando tus conocimientos y asesorando a los clientes correctamente, son requisitos imprescindibles pero no siempre suficientes. A veces, para que te respeten profesionalmente como diseñador, es necesario saber decir no a tiempo a ciertas prácticas que te puedan proponer y que son bastante habituales en diseño gráfico.

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Respeto y confianza son sentimientos recíprocos que viajan de cliente a diseñador y viceversa, difíciles de conseguir, muy fáciles de perder e imprescindibles en toda relación profesional buena y duradera. En una relación profesional ambas partes deberían beneficiarse pero ¿qué ocurre cuando el cliente busca un beneficio mayor del que debería e intenta abusar de su posición?

Indicios de que tu cliente no respeta o valora lo suficiente tu trabajo creativo

  • El cliente pide bocetos gratis para concursos de diseño gráfico en los que compites con otros colegas de profesión y sólo cobras si eres el elegido.
  • El cliente solicita un presupuesto por debajo del coste real con promesas de futuros trabajos de diseño gráfico.
  • El cliente acepta un presupuesto inicial pero a la hora de facturar el diseño realizado regatea para rebajar el precio inicial aceptado.
  • El cliente miente u oculta información importante como plazos de entrega del proyecto gráfico o elementos gráficos a mayores que habrá que desarrollar.
  • El cliente intenta que por el mismo presupuesto desarrolles elementos gráficos que inicialmente no se contemplaban.
  • El cliente realiza innumerables correcciones y revisiones porque el material original que se entregó no estaba bien revisado ni finalizado.
  • El cliente exige unos plazos finales de entrega pero incumple los suyos a la hora de entregar el material y las correcciones.
  • El cliente acepta un boceto o propuesta inicial de diseño gráfico y cuando el trabajo está terminado exige cambiarlo de nuevo sin variar el presupuesto.

Algunos consejos

  • No aceptes trabajar gratis, el trabajo que no se paga no se valora y cuando hablamos de creatividad ocurre muy a menudo.
  • Si un cliente quiere ver tus diseños enséñale trabajos anteriores pero no presentes bocetos gratuítos.
  • En cada proyecto de diseño gráfico especifica claramente el nº de bocetos, propuestas, correcciones y revisiones que se van a realizar.
  • Cumple rigurosamente los plazos de entrega de tus diseños y pide al cliente que cumpla los suyos para evitar retrasos finales.
  • Recoge por escrito en un briefing la información más importante para la realización de cada proyecto gráfico.

Si te mantienes firme en tus principios y no aceptas prácticas como las descritas tal vez pierdas de vista algunos clientes, pero ganarás en reputación profesional. Exigir para ti como diseñador gráfico el mismo respeto y confianza que das a tus clientes siempre es una buena política, los clientes te valorarán y confiarán en ti como profesional serio que demuestras ser.

Dos artículos interesantes que guardan relación con este tema son "Los derechos de los diseñadores frente a sus clientes" de Cristian Eslava y "Cómo decir no al cliente pirata" publicado recientemente en ForoAlfa. Y tú ¿cómo afrontas estas situaciones en tu día a día?. Escríbenos si quieres contarnos tus experiencias, ya sea como diseñador o como cliente.

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